sábado, 25 de junio de 2011

Insomnio

Debo de haber amado mucho,
pues el insomnio me persigue voraz
allá en el fuego
de donde el miedo emerge,
allá en la fría cárcel de tu ausencia.

Debo de haber amado mucho
- tanto dolor se agrupa en la memoria
que irrumpe en la hermosura de ese sueño profundo
forjador de deseos -.

Deambulo mientras tanto
en las noches sin rumbo
y percibo, callada,
con afilados tímpanos,
los llantos de los niños,
la ronca voz del viento,
las músicas lejanas,
- liberadas arterias de mujer -.

Desangrada ....
Y sus voces que quiebran cual palomas heridas.

Da tiempo para tanto una noche sin sueño.
Da tiempo para urdirte de nuevo,
paso a paso,
y tejer historias escuchando la radio.

Da tiempo de vivir,
de morir,
de creernos distintas,
de acelerar el ritmo y la fugaz huida,
da tiempo para odiarte,
para amarte, fingirte ....
Para creer que nunca sucedió nuestra historia.
Para sentarse al borde de tu cuerpo desnudo
y romper en susurros
tu indolente misterio.

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