domingo, 25 de septiembre de 2011

Regreso a Ipagro (a Vicente Núñez)

"Quizás mis lentos ojos no verán más el Sur".
Luis Cernuda



Siempre mirabas al Sur
tan lejano y distante.
El Tuta era tu casa, como también la mía
en las tardes vacías, donde
hasta el traje es gris y ahonda la tristeza
bajo los pantalones.
Esperabas la copa, esa que nos hacía
evocar muchas veces los callados recuerdos;
mas, tu mundo era otro, no aquel que
conocíamos en escenas pasadas.
Tu mirada perdida
recorría callejones inhóspitos
mas una tristeza oculta se dejaba morder
entre las comisuras de tus rosados labios
ebrios por el licor del vino cotidiano.
Entonces, yo llegaba, como desparramando
mis poemas perdidos
bajo un cierto matiz de poeta olvidado.
No te importaba el niño que doblaba la esquina,
tampoco, el estridente ruido de taberna,
pues tu absorta mirada viajaba hacia otra parte.
Eras, como una estatua de cera que enamora
de fuera para dentro, irradiando quietud.
Parecías irreal, a no ser porque, a veces,
tu mano emuladora, dibujaba contornos
levantando la copa que acercabas al labio
también muy lentamente.
Yo envidiaba ese modo de evadirse del mundo.
Acaso permitías, que en tu profunda alma
habitara el olvido de vivir en el Sur.

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