domingo, 24 de abril de 2011

Luna nueva



Llegó la hora del amor.
La noche es
solo mía.
Ordeno la memoria
desorientada,
el tiempo
que me dejé ser tuya.
Recojo los despojos
de aquel carnal deseo
que dejabas inmune
a punto de zozobra.
¡Cuánto dolor arrastra
este mantel de sueño
que tejí día a día
en el borde del lecho!
La noche clama historias.
La noche es solo un trozo
de corazón dormido.
Ha abrigado este cuerpo
tantas noches sin luna,
que una más no me cabe
en el triste costado.
Esta noche no esperes.
Si buscas, no me encuentras.

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